Hoy nos toca una ruta circular desde Vidrà. Iremos primero a Bellmunt para retornar por el interesante Salt del Molí. Aparcamos al lado de la Casa de la Vila de Vidrà. Desde allí ya tenemos buenas vistas a la Serra de Curull.
El día está un poco tapado y hay previsión de que pueda llover algo por la tarde, así que llevamos chubasquero en la mochila por si acaso. En unos cientos de metros, por la carretera, llegamos al Coll de Vidrà, desde donde tomamos el camino señalizado a Bellmunt. El camino sube de manera suave. Pronto empezamos a ver el Santuario de Bellmunt y las antenas que hay al lado de él.
Por este camino pronto llegamos al Coll de Iera de Massa, donde hay un cruce de caminos bien señalizado. Desde aquí al Santuario de Bellmunt nos queda el tramo más inclinado, pero también de los más bellos de todo el itinerario. Subimos por una senda entre hayas y vegetación con diversos tonos de verde primaveral, trazando algunas eses para facilitar el ascenso.
Ya arriba nos encontramos con una fuente y un llano con buenas vistas al lado del Santuario de Bellmunt. Lástima que el cielo está algo tapado y las vistas quedan bastante enturbiadas por las nubes. Aún así se distinguen desde poblaciones cercanas como Torelló a algunas un poco más lejanas, como Vic. Al fondo se vislumbran las siluetas de los picos altos del Montseny.
Al lado de este llano hay unas escaleras que nos llevan al lado de las antenas, con un mirador al Santuario de Bellmunt.
Se cree que la construcción de este santuario se hizo inicialmente como capilla del antiguo castell de Sa Reganyada, del que ya no queda nada. En su interior podemos encontrar la advocación de una virgen autóctona, la Mare de Déu de Bellmunt. Este santuario sufrió diversas profanaciones y ataques a lo largo de su historia. En 1982 la Diputació de Barcelona emprende las obras que reforman el actual santuario, con la construcción también de un hostal y restaurante.
Visitado el santuario, retornamos al Coll de Iera de Massa, donde tomaremos un camino para ir a visitar la cascada del Salt del Molí. Empezamos a descender por un camino muy marcado y bastante embarrado. Tanto que bajando más de uno nos pegamos algún patinazo o incluso algún culazo dando con nuestras posaderas en el barro, dejando constancia en los pantalones de la interesante visita a Bellmunt y al Molí del Salt.
Finalmente bajamos hasta la preciosa cascada del Salt del Molí, que baja con bastante fuerza debido a las lluvias recientes.
Para mostrar mejor la fuerza del agua bajando y escuchar el "ruido blanco" (quien quiera saber qué es el ruido blanco que pregunte y se lo explicaremos) que produce la cascada os dejamos este vídeo, donde se aprecia mejor que en la anterior foto.
La toponímia del lugar es bastante curiosa, pues estamos en el Salt del Molí, nombrado en algunos sitios como Salt del Molí del Salt, y al lado de él se halla el Molí del Salt.
En el hueco mostrado en la foto anterior hay un orificio en la parte superior, que sospechamos se utilizaba para hacer pasar el agua por él. Unos metros más arriba, camino de Vidrà, hay otra construcción similar.
Ya sólo nos queda un ratito para llegar a Vidra, pero nos queda pasar por el estético y bien construido Pont de la Salgueda, un puente de piedra que nos ayuda a cruzar el río. Prosiguiendo nuestro camino y siguiendo las marcas del PR-C 47 llegamos a un pequeño vado donde habitualmente pasamos sin más, pero hoy parece ser que la abundancia de agua nos va a obligar a mojarnos un poco. Así que cada uno pasa como mejor le parece: unos sin quitarse el calzado, otros con el pie desnudo para no mojar las zapatillas y otros estrenando el calzado recién comprado y pensado precisamente para andar por el interior de ríos. Podemos ver a Sonia haciendo equilibrios:
Luego a Luis con las zapatillas a buen recaudo en la mochila para no mojarlas:
Y a Carlos promocionando sus Merrell recién compradas:
Pasado ya este tramo, nos queda un leve ascenso hasta el pueblo de Vidrà, donde pasaremos por debajo del roble monumental de la Creu de l'Arç.
Y en 5 minutos más, cruzamos Vidrà, pasando por delante de la gran casa de El Caballer de Vidrà, y retornando de nuevo al punto inicial. La excursión parece que no ha defraudado: no ha llovido, hemos tenido nuestros pequeños toques de aventurilla y hemos disfrutado en el salt del Molí del Salt y en Bellmunt. Ya estamos pensando en la próxima. Seguramente será otra clásica, en este caso una súper-clásica: el Puigsacalm desde el Coll de Bracons.
Álbum fotográfico de la ruta a Bellmunt y al salt del Molí del Salt (Álbum de Carlos)
Álbum fotográfico de la ruta a Bellmunt y al salt del Molí del Salt (Álbum de Sergio)
Descripción de la ruta a Bellmunt y al salt del Molí del Salt