Quien más quien menos ha experimentado la brisa marina en sus carnes. Si habéis dormido al raso en terreno de alta montaña, probablemente una brisa os habrá hecho notar un poco de fresco durante la noche al descender de puntos de la montaña por encima de nuestra posición.
Todas estas brisas (normalmente ligeros movimientos de aire) se producen por cambios de temperatura a ritmos dispares sobre superficies distintas. En breve lo explicaremos con detalle. Lo primero que debemos distinguir son los tipos más comunes de brisas:
- Brisa marina diurna, con su correspondiente brisa terrestre nocturna
- Brisa de valle diurna, con su correspondiente brisa de montaña por la noche
Pasamos a explicarlos con más detalle. Para comprender cómo funcionan las brisas hay que saber que el aire se mueve horizontalmente desde puntos con altas presiones a lugares con menores presiones. Verticalmente, no obstante, se desplaza de bajas a altas presiones.
Brisa marina diurna
Se produce en las proximidades de la costa a lo largo del día, especialmente en días soleados con cielo claro. Durante el día la radiación solar calienta de manera más rápida la tierra que el mar. Es de éste modo cómo la temperatura de la superficie terrestre en primera línea de costa suele ser significativamente mayor que la del mar.
A causa de esto, la presión del aire sobre la zona de tierra cercana al mar se reduce considerablemente, produciendo una zona de baja presión (marcada con una L, de Low, en el diagrama anexo). Tenemos, en comparación, una zona de alta presión sobre la superfície del mar (señalada con H mayúscula, de High). Se produce entonces un movimiento de aire de la presión alta a la baja, provocando la brisa marina desde el mar a la costa.
A su vez, al llegar esta brisa a tierra, el aire será más frío y húmedo que el del ambiente por haberse desplazado sobre el mar, más frío y con mayor humedad. Se crea una zona de convergencia, donde el aire del ambiente, que tiene mayor temperatura que el de la brisa, ascenderá enfriándose (flechas blancas ascendentes) hasta llegar a una zona de alta presión, donde iniciará un desplazamiento horizontal, buscando nuevamente los lugares con presiones más bajas. Este desplazamiento horizontal se producirá en dirección al interior del mar (flechas amarillas apuntando a la derecha), ya que sobre la alta presión originada en la superfície del mar tenemos una baja presión (L mayúscula en la parte superior derecha). Llegados a esta baja presión en altura , estamos en una zona de convergencia donde el aire desciende hacia los puntos de alta presión (flechas blancas apuntando abajo). Es así como se cierra el flujo de circulación del aire.
Este fenómeno tiene consecuencias de largo alcance, pudiendo llegar a unos 100 o 200 kilómetros tierra adentro. Aunque parezca mentira, es posible notar la brisa marina en muchos puntos del Pirineo, por ejemplo.
Brisa terrestre nocturna
Es el caso análogo al anterior, pero por la noche. Cuando desaparece la radiación solar, la superficie terrestre se enfría más rápidamente que la superfície marina, produciendo un aumento de presión sobre la costa y una zona de baja presión sobre el mar. En este caso es el aire seco proveniente de tierra el que se adentra en el mar. En altura, se produce una alta presión sobre el mar y baja sobre la costa, haciendo que el aire ascienda en el mar hasta llegar a la zona de alta presión. Así, los puntos de alta y baja presión y los movimientos de aire serán los contrarios al caso anterior.
Estas brisas son de magnitudes bastante inferiores a la marinas. El mismo efecto puede producirse en las proximidades de los lagos.
Brisas de valle y de montaña
Estos movimientos de aire se producen especialmente en terrenos montañosos rocosos o con praderas, reduciendo sus efectos los bosques y grandes construcciones. Las brisas de montaña se producen durante el día y las de montaña por la noche.
Durante el día, el aire en las laderas despejadas de la montaña se calienta de manera muy rápida, de tal manera que asciende con facilidad por la ladera de ésta (véase la imagen al pie de estas líneas).
En cambio, por la noche, éste aire en contacto con la pendiente montañosa se enfría de manera más rápida y se torna más denso, provocando que el aire frío descienda por acción de la gravedad. En próximos artículos hablaremos sobre otros movimientos de aire, como los vientos katabáticos y el efecto Föehn.