Los últimos años han traído, como todos estamos hartos de escuchar, profundos cambios en el mundo laboral y en la estabilidad económica y financiera pero también están trayendo un importante cambio en la manera de ver el mundo y me atrevería a decir que ha aumentado la sensibilidad y solaridad entre las personas. Como prueba de ello el auge de carreras de montaña, ultra-trails y maratones que requieren un gran esfuerzo físico y mental y nuevas iniciativas que combinan lo deportivo y lo solidario que están aflorando por todas partes y disparando el número de participantes. La Oxfam Intermon Trailwalker es una buena prueba de ello, donde cada equipo participante debe reunir la no desdeñable cantidad de 1.500 € (que se donan a causas solidarias) para poder participar.
Queda demostrado que el conocimiento y disfrute del entorno, el deporte y la solidaridad no están reñidos entre sí y que se combinan de manera casi natural. Pues bien, el miércoles tuve el placer de disfrutar de una iniciativa que va más allá (todavía) de estas iniciativas y que, bajo mi punto de vista, supone un enfoque revolucionario y un paso adelante en este tipo de eventos. Os estoy hablando de la Transpirenaica Social y Solidaria 2014.
¿Qué hace especial a esta actividad y en qué consiste? En lo puramente deportivo y excursionista es un travesía del Pirineo, de costa atlántica a costa mediterránea, desde Hendaya al Cap de Creus. 42 días sin descanso, 800 kilómetros y más de 40.000 metros de desnivel acumulado. En lo humano hay un sinfín de detalles que hacen de esta actividad algo único y un gran ejemplo. La inclusión social y laboral es quizás la motivación principal y más significativa; pero la cooperación, la emprendeduría, el turismo responsable y el conocimiento de la realidad y del día a día de los pueblos pirenaicos del País Vasco, Huesca, Andorra y Cataluña también protagonizan esta curiosa travesía.
La actividad la protagonizan tres chicos: Polina, Mohit y Shahid, procedentes de Rusia, India y Pakistan respectivamente y que son sólo la punta del iceberg de este proyecto. Podemos verlos en la siguiente foto en la cima del Puigmal, el punto más alto de su travesía.
Diversas entidades y ONG's coorganizan esta provechosa travesía en la que los tres chicos han ido conociendo la forma de vida e instituciones locales a su paso por los pueblos y valles pirenaicos, aprendiendo de todos ellos y buscando oportunidades para jóvenes con problemas de inclusión social. Estos tres jóvenes son el perfecto ejemplo de superación e inclusión social. En contra de lo que uno puede imaginar de entrada, el ejemplo más impactante no es que se hayan adaptado exitosamente a nuestra sociedad, tan diferente de la suya, aprendiendo y dominando el español e incluso el catalán en poco tiempo, sino que ellos son un extraordinario ejemplo de apertura y donación a los demás. Lo poco que estuve con ellos fue suficiente para que me dieran acogida de manera natural como si fuera uno más de su grupo, igual que hacen con los niños a los que dedican su tiempo en el Casal dels Infants del Raval, donde son monitores.
A partir de aquí os contaré mi experiencia personal en la visita a la TSS 2014 a su paso por el Puigmal y por la Vall de Núria:
El miércoles 16 de julio había quedado con un colaborador de esta actividad, el pediatra Iñaki Alegria, en la cima del Puigmal para acompañarles hasta Núria y pasar el día con ellos. Salimos de Fontalba con un día espectacular, con vistas al Puig Cerverís, al Puig Estela y al Taga, que unos días antes había coronado con un amigo.
Un buen rato después haríamos cima en el mítico Puigmal, una de esas cimas imprescindibles del Pirineo catalán y tan famosa por su cambiante meteorología.
Allí esperamos el ascenso de los protagonistas de la TSS, junto a la gente del MAP de Ripoll (una entidad que se encarga de la formación e inserción laboral, entre otras cosas, de chicos con deficiencias psíquicas o capacidades diferentes, como ellos muy bien dicen en su página web) y del Centre Excursionista Campdevànol.
Poco después de llegar ya se avistan los protagonistas de la travesía, primero como pequeños puntitos que poco a poco se van acercando mientras suben por los pedregales hacia la cima del Puigmal. Una vez arriba, llegan los saludos y presentaciones: de los chicos, de las diferentes entidades y de los colaboradores. Nos explican un poco el proyecto, dónde han dormido, cómo les ha ido el ascenso y se hacen las fotos de rigor. Ya han llegado al punto más alto de su travesía, el Puigmal, a más de 2.900 metros.
Descendemos entonces a Núria, mítico lugar del Pirineo catalán con grandes atractivos: el cremallera, su lago, el santuario...
Comemos en el cesped frente al santuario mientras van llegando nuevas entidades para unirse al foro que se celebrará por la tarde. Dicho foro tratará sobre el turismo responsable y la inclusión social, con ponentes de diferentes ámbitos: desde empresas locales como Pirineu Actiu hasta autoridades locales como el alcalde de Ripoll, Jordi Munell o la alcadesa de Queralbs, Imma Constants, pasando por cooperantes con paises africanos, como Iñaki Alegria; o Chus Blasquez, responsable del Centro Español de Turismo Responsable y de Viajes Pangea.
En el foro se comentaron muchos temas de gran interés para los que tenemos estima al Pirineo, como la importancia de crear y expandir la marca Pirineos o la relevancia de emprender en dicho entorno, potenciando los recursos locales y logrando que la gente de la región luche y trabaje por sus orígenes.
En una segunda mesa de debate se habló sobre inclusión social, con reflexiones sobre qué significa la inclusión social y quién debe incluir a quién, recordando que a veces debemos ampliar nuestras miras y aprender a ver las cosas desde un punto de vista diferente para entender a los demás y a nosotros mismos.
El foro se clausuró con las palabras de Shahid, que explicó cómo había aprendido a disfrutar la montaña en grupo, esperando y ayudando a los compañeros en lugar de afanarse en hacer cima el primero y cómo se había empleado a fondo en sus estudios para no tener ninguna recuperación que le pudiera hacer perder ni un sólo día de este precioso proyecto. Pura sinceridad y naturalidad.
Después de este espacio de reflexión llegó el momento de las despedidas. Unos se fueron en cremallera, otros a pie... Poco a poco fuimos dejando la Vall de Núria en el silencio y la tranquilidad tan habituales de la montaña, en nuestro caso dejando atrás esta bonita estampa.
Nada más. Simplemente recomendar encarecidamente que sigáis esta prometedora e interesante iniciativa. En su blog y en su Facebook encontraréis actualizaciones diarias. Nosotros quizás vayamos a visitarles a su llegada al Cap de Creus.
Os deseamos lo mejor, Polina, Mohit y Shahid y esperamos que el proyecto de la Transpirenaica Social y Solidaria concluya con un gran éxito. ¡Ánimo, gracias por todo y adelante!