Cerca de Tremp se encuentra el pueblo de Orcau, al pie del Castell d’Orcau, un castillo en la cima de la montaña, al que se accede fácilmente por un camino desde el pueblo, y desde el que se puede disfrutar de una buena panorámica de todo el valle, y las montañas que lo rodean.
El castillo está semiderruído, pero aún conserva parte de la muralla, y es fácil imaginar cómo era antaño.
Para llegar desde Tremp hay que coger la carretera en dirección Isona, y seguir el indicador de Orcau, poco después de pasar el pueblo de Vilamitjana. Si llegas a Isona es que te has pasado de largo.
Una vez se llega al pueblo de Orcau, hay que seguir el indicador al castillo, siguiendo una bifurcación a la derecha de la carretera que sube bordeando el pueblo hasta el punto más alto en que se puede aparcar, en una pequeñísima explanada, donde están las últimas casas.
Allí comienza un camino que hay que hacer a pie, y que también está indicado, que sube por la montaña hasta llegar a la cima donde está el castillo.
Una vez en el castillo, como queda poca muralla, se puede entrar directamente a lo que era el patio, y acceder a los restos de las torres, que aunque también están derruidas, conservan en buen estado muchas ventanas desde donde vigilaban y se defendían del enemigo. Es fácil imaginárselo.
Al fondo quedan también los restos de la ermita del castillo, de grandes dimensiones, y de la que sólo queda una pared lateral y parte del altar. Cuidado en la zona del altar, sobretodo si subes con niños, porque en el suelo hay un gran agujero, con varios metros de profundidad, sin ningún aviso de peligro y tan sólo cubierto con un tablón de madera.
Al pie del castillo hay un cartel en el que se explica un resumen de su historia, y un dibujo que muestra cómo era en los tiempos en que estaba completo.
Después de bajar del castillo y volver al coche nosotros continuamos bajando a pie por el centro del pueblo, y aprovechando para refrescarnos en la fuente, y luego nos acercamos al punto en que se bifurcaba la carretera, a la entrada del pueblo, que es también el punto desde donde parte el sendero que lleva hasta el yacimiento de huellas de dinosaurio de Orcau. Otra opción para caminar un poco menos es bajar el coche hasta la entrada del pueblo, y así te ahorras volver a subir caminando a la vuelta, pero pasar por el centro del pueblo es agradable, y refrescarse en la fuente es recomendable. Orcau no es espectacular, pero tiene bastante encanto, y se respira tranquilidad mientras se sube o se baja por sus empinadas calles. Desde los puntos más altos, y también desde el castillo, se puede ver los restos de piedra de un barrio ahora completamente abandonado, que formaría parte de un Orcau más grande en otros tiempos.
Volviendo a la ruta hacia el yacimiento prehistórico, se accede a ella siguiendo un indicador que está a la derecha de la carretera, a la altura de la entrada al pueblo, justo en la bifurcación de la carretera que lleva al castillo, como ya he comentado antes. Se ha de seguir el indicador, y el camino, que se ha de hacer a pie, no tiene pérdida, aunque no está demasiado cerca. Puede que sean unos dos quilómetros, y no hay ninguna señalización más, por lo que en algún momento pueden surgir dudas de si se ha seguido el camino correcto, pero sólo hay un camino claro, y lleva directo al yacimiento, que es imposible saltárselo porque te encuentras un gran cartel que explica la historia de las huellas, que se calcula que son de dinosaurios de hace unos 70 millones de años, cuando estas tierras eran una gran cuenca marina. Las huellas se ven enseguida porque han pintado su contorno con pintura negra, no es lo más natural, pero si no fuera así sería difícil distinguirlas, por lo menos para los que no somos expertos en la materia.
Si se continúa caminando, se sigue avanzando en paralelo con la pared en la que están las huellas, y aparecen más huellas similares, y se pueden encontrar otras sin pintar. Nosotros no avanzamos mucho más allá porque era ya hora de comer y teníamos que regresar, pero seguramente podríamos haber visto algunas huellas de dinosaurio más. Si alguien va hasta allí y continua el camino, le agradezco que comparta si hay algo interesante más allá de las primeras huellas.