10 de agosto de 2021. Nos encontramos ante la aventura de subir a Lagos de Covadonga en pleno mes de agosto. Tenemos dos opciones: ir en autobús o levantarnos a las 6 de la mañana y llegar al parquing de ariba antes de que se llene o lo cierren. Optamos por la segunda opción, que aunque requiera más esfuero creemos que será también la más tranquila.
Así es como partimos antes de las 6 de la mañana, aún sin salir el sol, de Cabezón de la Sal. Al principio estamos solos en la carretera, pero a medida que empezamos a ascender por la revirada carretera a Covadonga empiezan a verse luces delante en la carretera hasta que se hace de día y estamos en una procesión de coches que buscan llegar a aparcar antes del cierre. Finalmente llegamos, con un poco de estrés ya por la gente ansiosa de aparcar, y desayunamos en el coche mientras acaba de salir el sol.
Nada más partir ya tenemos unas vistas excelentes, con un mar de nubes y la amplia Vega de Comeya ya a la vista debajo nuestro.
En lugar de ir directamente a Los Lagos decidimos acercarnos primero a la Minas de Buferrera, que encontramos a unos 10 minutos del parquing, casi de camino al Lago Ercina y hacia donde se dirige menos gente. Estas minas, cerradas desde el año 1979, se utilizaron desde finales del siglo XIX para extraer manganeso, principalmente. Desde allí se transportaba a las costas de Llanes para embarcarlo a Reino Unido y Francia.
La zona ha quedado abierta al público y acondicionada para hacerse una idea de cómo era físicamente la explotación. Pueden verse vagonetas, vías y tramos de túnel. Un lugar pintoresco que fue escenario de duras condiciones de trabajo durante un largo periodo de tiempo.
Seguimos subiendo hacia el Lago Ercina, que se encuentra a otros 10 minutos de aquí, y al que nos acercamos para seguir nuestra ruta circular.
Este lago es más pequeño que el Enol, pero tiene de fondo las cumbres más altas de Picos de Europa, lo que le da un aspecto un poco más salvaje.
Seguimos la senda que discurre junto al lago, marcada como PR y que pasa entre alguna cabaña de pastores y se dirige a una vega que hay situada entre el Lago Enol y el Lago Ercina, por donde podemos pasear con mayor tranquilidad, pues aquí llega una parte pequeña de la masa de turistas que visitamos estas zonas.
El camino asciende un poquito desde el primer lago, pero después es principalmente llano por la zona de la vega. Finalmente desembocamos, en unos 30 minutos sin danos prisa, a la ermita del Buen Pastor, ya cerca del Lago Enol.
Aunque le llamen ermita, yo diría que es más bien un oratorio. El prado donde se emplaza tiene una cierta belleza, y de fondo vemos el Refugio Cabaña de Pastores. Desde aquí ya tenemos el Lago Enol muy próximo, aunque nos llevará un ratito llegar a él y salir a la carretera porque este lago es un poco más grando que el Ercina. Por el camino nos deleitamos con los reflejos en el agua.
Tras una ligera subida y rodear la mitad del lago, ya estamos a los pies del Mirador Entrelagos y con la vista más típica del Lago Enol frente a nosotros.
Desde aquí al Mirador tenemos la subida más pronunciada de toda la ruta, que no es ni muy larga ni muy fuerte, pero nos hará tirar de piernas un poco antes de concluir la ruta. En unos 10 minutos deberíamos estar arriba. Este mirador es un punto estratégico, pues está emplazado en una loma a caballo de los dos lagos que nos permite ver uno a cada lado desde una posición un poco elevada.
La ruta realizada nos permite ver tranquilamente la zona en 2-3 horas sin necesidad de correr. Y ya desde aquí nos queda bajar tranquilamente al coche, en 20-30 minutos, para concluir nuestra visita a Los Lagos de Covadonga. Aquí tienes todas las fotos de la ruta.
Luego la bajada por carretera esquivando los autobuses que subían ya fue otra aventura diferente. Por el camino de descenso con el coche nos detuvimos un momento en el Mirador del Príncipe, donde pudimos ver unos cuantos buitres.
Después buscar aparcamiento para visitar el Santuario de Covadonga y saludar a Nuestra Señora de Covadonga fue otra tarea dificil, pero con un poco de esfuerzo y un ratito más de caminar también lo conseguimos.