Dejamos los Alpes para seguir ahora en Italia, en los mágicos Dolomitas. Estas montañas combinan extensos y verdes prados alpinos con la más salvaje roca. El día después de haber ascendido a su cima más alta, la Marmolada, buscábamos algún sitio para dormir y hacer alguna excursión más tranquila. Por casualidad, vemos un cartel que indica Rifugio 5 Torri (6 €) y evidentemente no nos lo pensamos. Al final de una larga pista, ya casi anocheciendo y sin cenar, llegamos a un refugio que costaba un poquito más porque los 6 € eran sólo para que un taxi te llevara hasta allí... Problemas de la improvisación, o de no leer bien.
Total, que al día siguiente hicimos una ruta circular, con poco desnivel pero probablemente las vistas que más recuerdo de Dolomitas.
La foto está tomada desde el Rifugio Nuvolau. El pequeño bloque de piedra que se ve debajo a la izquierda son las 5 torri, que están a rebentar de escaladores por todas sus vías. Y la gran mole de fondo es la Tofana di Rozes, una montaña de más de 3.000 metros de altura que espero poder visitar en un futuro. Bien, como aquel día intento disfrutar de las sorpresas que aparecen sin haberlo planeado y especialmente cuando no tienes expectativas marcadas. Así que a disfrutar, pero sin dejar de andar.