Hoy he decidido que ya que tiramos de archivo, habrá que escribir las vivencias en Los Alpes y Dolomitas. Me apetece mucho hacer memoria y redescubrir esos entornos a través de la fotos. Y desde luego, me ayudará a estar mejor preparado para los proyectos que tenemos en mente. Que llegarán, no hay prisa. Y para ilustrar esto ahí va una foto, desenfocada, del Breithorn, la primera cima de más de 4.000 metros que subí. Esa es la vista que tenía el atardecer antes de subirlo.