4 de septiembre de 2020. Hace tan sólo dos días hemos conocido la zona central de Picos de Europa y Cabaña Verónica, entre otros lugares. Tras una jornada de turismo y paseo por San Sebastián de Garabandal, volvemos a Fuente Dé para ascender por su estupendo teleférico a El Cable. Nuestro plan para hoy es ir a Cabaña Verónica y desde allí subir a Horcados Rojos, un collado estratégico desde donde veremos el conocidísimo Naranjo de Bulnes y podríamos acercanos a este magnífico pico.
Vamos pronto a las taquillas del teleférico y poco después de las 8 ya estamos caminando arriba. El camino a Cabaña Verónica es cómodo y bastante suave al principio. Pronto llegamos a los Pozos de Lloroza, unos pequeños laguitos, donde vimos gente bañandose hace dos días. A las 9 de la mañana no hay nadie bañándose.
Cuando llegamos a La Vueltona empezamos a subir con una pendiente más acusada y dejamos la pista para progresar por una marcada senda.
En hora y media, aproximadamente, estamos ya junto a Cabaña Verónica y hacemos la primera parada para reponer fuerzas. El camino hasta aquí es seguramente el más concurrido de la zona. No es de extrañar pues no tiene dificultad y el entorno es disfrutón. Hoy ascenderemos por otra senda marcada y muy bien señalizada hacia Horcados Rojos. Desde el principio de la subida el Pico Tesorero destaca por encima de los demás.
Sin grandes esfuerzos y en poco más de media hora alcanzamos Horcados Rojos. La silueta del Naranjo de Bulnes y las sierras más cercanas al Cantábrico nos regalan la vista.
Reposamos un poco y valoramos si bajamos hacia el Naranjo de Bulnes o no. Hemos leído que el descenso por aquí es delicado porque la piedra está muy suelta y la nieve reciente no debe facilitar el progreso. Nos encontramos con otros excursionista que nos confirman que el terreno está complicado y al lado tenemos la Torre de los Horcados Rojos, una cima de más de 2.500 metros de altura que no tiene complicación técnica. Lo tenemos claro, ya nos acercaremos al Naranjo de Bulnes otro día.
El ascenso a la Torre de los Horcados Rojos está muy marcado y la senda asciende sin complicaciones. En la parte final hay un poco de nieve, fácil de sortear, y el terreno se descompone un poco. No encontramos puntos delicados. A poco metros de la cima hay un único paso estrecho donde hay que hacer un poco de equilibrio para pasar, o subir un pequeño resalte de dos metros o menos para evitarlo. Estamos ya en la cima. Ha merecido la pena. La vista panorámica en todas direcciones es de una belleza difícil de describir. El día es claro y se adivinan las aguas del Cantábrico detrás del Naranjo de Bulnes.
Los Picos de Santa Ana y la Peña Vieja muestran sus afiladas crestas desde donde estamos.
También se ven las cimas más altas de esta parte central: la zona de la Torre del Llambrión y a la izquierda de la foto el Pico Tesorero, muy reconocibles desde diversos ángulos.
Hacemos fotos, descansamos y admiramos el paisaje un buen rato. Todavía no son las 11 de la mañana. Hoy, a diferencia de dos días antes, parece que vamos con tiempo y podremos disfrutar la jornada sin prisas. La cima se va llenando de gente y finalmente descendemos de nuevo a Horcados Rojos. No pretendíamos hacer ninguna cima hoy, pero parece que ha sido una buena decisión evitar el descenso a Urriellu. Yo estoy más que contento pero mi compañero parece que le tiene ganas al Pico Tesorero. Yo no lo tengo claro porque el ascenso parece complicado pero otros excursionistas nos dicen que se hace bastante bien y finalmente intentaremos subirlo. Yo lo veo lejos y complicado, pero vamos a probar.
La senda más marcada va bastante por debajo del collado, por lo que intentamos avanzar en diagonal para alcanzarla más adelante sin perder mucha altura.
Cuando ya hemos avanzado un poco miramos atrás a la Torre de los Horcados Rojos, donde se ve ve muy claramente la senda por la que hemos subido y bajado.
Seguimos avanzando, normalmente por senda más o menos marcada y con hitos a lo largo del camino. Alcanzamos a dos montañeros gallegos, uno de ellos ya ha subido a este pico y conoce bien la zona. Seguimos un rato con ellos. En un punto hay que superar un resalte usando un poco las manos. El paso es sencillo y apenas hay que apoyar las manos. Seguimos ascendiendo hasta llegar a una estrecha loma nevada que hay que cruzar para llegar a la parte final del ascenso. Aquí se paran nuestros compañeros, que nos han amenizado el ascenso, a reponer un poco de fuerzas.
Cruzamos la pequeña cornisa nevada, con pisadas muy marcadas que nos facilitan el paso. Desde aquí hay una ruta que va hacia la derecha haciendo un rodeo para evitar una pequeña chimenea, pero el terreno está bastante nevado por ahí, por lo que subimos por la directa hacia la pequeña chimenea.
Ascendemos por una zona con la piedra un poco suelta hasta llegar al paso de unos 3 metros que hay superar trepando. Las presas son muy buenas y subimos sin demasiados problemas, aunque el ascenso acumulado ya se nota. Pasado esto nos queda ya muy poco para la cima, donde nos esperan unas maravillosas vistas. Esta cima es muy curiosa, pues es límite entre las provincias de León, Asturias y Cantabria.
Tenemos ahora una mejor vista hacia el Naranjo de Bulnes, el Mar Cantábrico y las cimas junto a la Torre de la Párdida.
Tenemos ahora una amplia perspectiva a las crestas entre el Naranjo de Bulnes y la Peña Vieja, con Los Campanarios y los Picos de Santa Ana.
Llama la atención Torre Cerredo, la cima más alta de Picos de Europa, a la que nos gustaría subir, que tenemos frente a nosotros.
Y también al otro lado se ven las crestas junto a la Torre Blanca y la Torre del Llambrión.
La cima es estrecha y somos unos cuantos, pero el día es espléndido y nos estamos un rato largo comiendo y disfrutando el panorama. Poco después aparecen nuestros amigos gallegos, que nos cuentan cómo es la subida a Torre Cerredo y nos ayudan a identificar muchas de las cimas que tenemos alrededor.
Toca descender. El ascenso desde Horcados Rojos nos ha llevado algo más de una hora, pero ha sido laborioso y ahora hay que tener cuidado con las zonas de piedra suelta. Descendemos tranquilamente. Primero la chimenea destrepando, luego la piedra suelta, después la pequeña cornisa de nieve. Y luego senda, senda y algún destrepe. Sin volver a Horcados Rojos, descendemos directamente a Cabaña Verónica. Ha sido más fácil de lo esperado pero ya acumulamos algunos metros de desnivel y tampoco ha sido un paseo. Parada técnica junto a Cabaña Verónica y de nuevo hacia el teleférico. Hoy vamos tranquilos porque nos sobra mucho tiempo hasta el último teleférico.
No pensábamos subir al Pico Tesorero, pero el cambio de planes parece que ha sido todo un acierto. Recomendable, muy recomendable. Tenemos ganas de más. Mañana veremos. Si quieres todas las fotografías de la jornada las puedes ver aquí.