10 de agosto de 2017. Otro día de mal tiempo y lluvia en los Alpes italianos. Por suerte empezamos el día con los abundantes desayunos de buffet en Villa Tedaldi, con boles de yogur natural, crema de cacao que parece natural, mermelada y otras delicias que nos alegran cada mañana de nuestra estancia. Hoy toca mercadillo en el pueblo, comprar deliciosos quesos locales y una visita al espectacular pueblo abandonado de San Grato. Y por la tarde-noche a mover de nuevo las reservas y a cambiar los planes. Nos hemos quedado casi sin días, pero mi compañero quiere aprovechar la ventana de buen tiempo de varios días y hacer lo que podamos en la zona de Gnifetti y Margherita e intentar el Castor, en otra zona distinta. Para hacerlo habría que bajar de Margherita y hacer la aproximación al Refugio Quintino Sella el mismo día. Yo no lo tengo claro e intento hacer un plan más conservador, pero finalmente hacemos las reservas para intentarlo. Veremos...
11 de agosto de 2017. Volvemos a Staffal, donde estuvimos haciendo una disfrutona travesía hace tan sólo dos días. En altura ha nevado y está todo el paisaje cambiado. La idea hoy es tomar dos telecabinas y un teleférico para acabar junto a la Punta Indren, casi a 3.000 metros y hacer la aproximación al Refugio Gnifetti para dormir en altura y aclimatar de nuevo. El primer tramo de telecabina sube hacia Gabiet.
Antes de coger el segundo telecabina echamos la mirada atrás para ver el llano de Santa Anna y el Monte Rothorn. Allí estuvimos caminando anteayer y no había ni rastro de nieve. Desde luego el agosto en Alpes no es como el de Pirineos.
A la salida del segundo telecabina tenemos que caminar medio kilómetro hasta el teleférico por una pista de tierra que también encontramos completamente nevada. El día no es caluroso y estamos rondando los 3.000 metros. Vamos bien abrigados pero recuerdo haber pasado bastante frío mientras esperábamos a salir.
Este último teleférico no gana apenas desnivel pero nos aproxima mucho a la zona a la que vamos. Al llegar tendremos primero una zona casi plana por la parte baja del Glaciar de Indren, hasta llegar a los pies del resalte rocoso donde está el Refugio Mantova.
Cuando pasamos el glaciar, que está completamente cubierto y con nieve blanda y cómoda de pisar, empieza una parte un poco más entretenida. Aquí hay dos opciones: acceso directo por una vía ferrata o dar un rodeo y subir por terreno más tranquilo. Optamos por la opción más sencilla, aunque también tiene algún paso equipado que lo hace más variado.
En uno de los pasos equipados incluso tenemos que hacer cola para proseguir. Aún no hace buen tiempo, pero se nota que la ventana de buen tiempo está a punto de llegar y vamos viendo más gente.
Llegamos al llano sobre el resalte rocoso. Hemos tardado una hora aproximadamente y ya estamos rozando los 3.500 metros de altura. Por encima del Aneto y el Mulhacen. Realmente aquí todo cambia. Y nada más salir al llano nos encontramos con el Refugio de Mantova.
Hacemos parada técnica para tomar algo y encarar el resto de la aproximación a la Capanna Gnifetti. Nos quedan tan sólo 250 metros de desnivel, pero ahora el ascenso tendrá una pendiente un poco más acusada. El tiempo no mejora pero no es malo del todo y en otra hora, aproximadamente, llegamos a Gnifetti. El refugio está construído sobre un resalte rocoso.
Y los últimos metros para llegar a este se superan con más pasos equipados, en este caso una especie de vía ferrata.
Superado este paso estamos ya en nuestro destino de hoy, la Capanna Gnifetti. Ahora estamos casi a 3.700 metros de altura, más o menos la altura del Teide.
Hemos llegado sobre las 3 de la tarde, así que es una hora estupenda para comer. Nos queda toda la tarde para descansar El tiempo no ha sido muy bueno, pero sin duda mejorará. El interior del refugio es espectacular. Se está calentito y el ambiente es genial. Tranquilidad, libros y revistas de montaña, juegos de mesa. Y wi-fi!!
Recuerdo que fue una tarde plácida. La altura era muy buena para aclimatar y a diferencia de la noche en el Klein Matterhorn, esa noche no tuve dolor de cabeza. Al día siguiente la idea era subir a la Pirámide de Vincent, que es uno de los cuatromiles típicos de aclimatar y luego ir a dormir a la Capanna Margherita, a más de 4.500 metros de altura. Si no lo veíamos claro podíamos volver a dormir a Gnifetti o a un refugio de libre acceso que hay en un cuatromil secundario, el Balmenhorn.
Tarde plácida dentro del refugio pero mucha incertidumbre todavía. Pronto se resolverán las dudas, ya veremos cómo.