Salimos de excursión a las 6 de la mañana, para llegar con el sol recién salido y las calles recién puestas a nuestro destino: La Nou de Berguedà. Este pueblecito es solitario y con bastante encanto. Aparcamos en la carretera antes de llegar al pueblo, con vistas al Santuario de Lourdes, construido el 1880, de estilo neoclásico.
Salimos del pueblo por la Font de Cal Patzí y empezamos el ascenso al Sobrepuny de Baix.
Pronto estaremos en medio de un variado y frondoso bosque, principalmente de pinos y hayas.
Después de un agradable ascenso, a ratos de acusada pendiente, llegamos a una especie de collado que queda al lado del Sobrepuny de Baix. Nos acercamos hasta esta pelada y rocosa cima, con amplísimas vistas. La Serra del Cadí y el Puigllançada por un lado:
Montserrat asoma por el otro lado, así como la Serra de Picamill y el embalse de La Baells.
La visión hacia la Serra d'Ensija, el Pedraforca y la Serra del Cadí es excelsa.
El día es espectacularmente claro y no hay nubes en el entorno que reduzcan la visión. Dejamos la cima y ascendemos al Sobrepuny, donde sendos árboles nos dificultan la vision. En esta cima encontramos un vértice geodésico, un pesebre y un libro de piadas por si queremos dejar constancia de que hemos estado allí.
Como vamos bien de tiempo y la temperatura es tan agradable, aunque estamos a 7 de diciembre, decidimos tomarnos un tiempo para echar una siestecilla. Después de este breve descanso, dudamos si descender hacia el Serrat de Picamill o hacia el Collet del Faig, hacia el Norte. Finalmente nos decidimos por la segunda opción, para ver si tenemos mejor visión de las montañas al Norte de nuestra posición. No hay suerte en ese sentido porque todo el camino está cubierto por árboles y las panorámicas son reducidas.
Tomamos el GR descendiendo, que pasa por frondosos pinares en los que esa misma mañana se han realizado labores de limpieza, tal como podemos intuir por los numerosos ruidos de motosierra que hemos estado escuchando. Para nuestra sorpresa, hay sendos troncos bloqueando los caminos y ramas que impiden la correcta visualización del camino correcto.
Es por ello que en algún tramo nos cuesta un poco encontrar el trazado correcto del GR y en otros tenemos la "gimkana" servida: hay que sortear, saltar o pasar por debajo de numerosos troncos. Nada dramático, incluso hace el descenso un poco más entretenido, pero espero que todo aquella quedara bien limpio en un futuro no muy lejano.
El lunes siguiente contactamos con la FEEC para pasarles fotos e informarles de la incidencia, no sé qué pasaría después.
A medio camino de la Nou, llegamos a Les Agudes, unos impresionantes bloques de piedra que bien merecen una parada para observarlos con detalle. Seguro que los escaladores se frotarán las manos con la visión de estas moles de roca.
Muy cerca de estas rocas encontramos la entrada restaurada de unas antiguas minas, que fueron explotadas entre 1918 y 1933. Lo único a lo que puede accederse de las minas es a la entrada, ya que los pasadizos interiores han sido tapados y bloqueados.
Llegando casi a La Nou de nuevo, paramos en la Font de Cal Patzí, donde hemos estado antes. Por la mañana habíamos reparado en una cuerda que facilita el ascenso al Saltant de Cal Patzí, que ahora aprovechamos para comprobar el lugar y su acceso. Este tramo no es complicado, pero requiere un mínimo de experiencia en grimpada y posterior destrepe con la cuerda.
Este primer tramo de cuerda está en perfectas condiciones, ya que la cuerda es casi nueva. Por ella salimos a otro tramo por encima.
Todavía se puede subir a otro tramo del Saltant, pero lo descarto porque la escalera por la que se accede está suelta y la cuerda que sirve de ayuda está podrida. Probaremos a volver más adelante para ver si encontramos el material en mejores condiciones. Mi compañero de excursión sube igualmente usando el material gastado y dice que merece la pena ver cómo el agua brota allí arriba, pero no me parece seguro usar ese material, sobre todo para descender, y decido ir bajando de nuevo a la fuente.
Cuando hemos vuelto los dos a la fuente regresamos a La Nou de Berguedà, que está muy cerca de allí. Echamos una mirada atrás al Sobrepuny de Baix y a Les Agudes y volvemos a casa.
Y así concluímos la primera excursión a los 100 cims del Berguedà. ¡Esperamos contaros pronto la próxima!