Siguiendo la exploración de las cima del Prepirineo catalán hoy nos acercamos a la abrupta y salvaje Serra dels Bastets para coronar el Tossal de les Viudes. Iniciamos la excursión en Aiguaviva, una casa de colonias en un entorno natural bello y en una tranquila zona.
La excursión de hoy, sólo por números, no parece gran cosa, pues al final serán menos de 6 kilómetros y menos de 700 metros de desnivel. No obstante, lo escarpado de la Serra dels Bastets hace los ascensos y descensos pronunciados y la localización de algunos caminos no es fácil, pues no están muy señalizados ni trazados y hay que prestar atención.
Iniciamos pues el ascenso al Coll de Roc Sobirà. El camino sube fuerte y sin tregua, por un estrecho y húmedo sendero. Cuando llevamos un rato ascendiendo, salimos a algún pequeño balcón y en uno de ellos ya se intuye el Coll de Roc Sobirà y un tramo final más reposado.
Pronto llegamos a este pequeño aunque marcado collado, desde donde iniciaremos el ascenso al Tossal de les Viudes. Localizamos el sendero que sale hacia el Oeste, bien marcado con unos pequeños hitos.
El terreno comienza a cambiar en este punto, alternando tramos boscosos con pendientes a superar en terreno de conglomerado, al más puro estilo montserratino. En la primera pendiente fuerte por este terreno, ganamos una particular visión hacia el Tossal Gran.
Otro regalo para nuestra vista es el siguiente: Un árbol seco en medio de la pendiente árida de conglomerado, que bien parece un "ent", uno de aquellos hombres árbol que Tolkien imaginó y que ha subido aquí para vigilar sus preciados bosques.
Ascendemos, buscando los hitos que nos indican el ascenso correcto, pues equivocar la ruta aquí nos puede llevar a una pared infranqueable y a complicaciones innecesarias. Ya muy cerca de la cima salimos a una aérea pero fácil cresta, al final de la cual estaremos en el ascenso final al Tossal de les Viudes.
Una última pendiente nos separa de la cima más alta y unos metros más al Oeste llegamos a otra punta con grandísimas vistas de 360 grados: a la Serra dels Tossals, a la cercana cara Norte de la Serra de Busa, al Pantà de la Llosa del Cavall con Sant Llorenç de Morunys y Port del Comte como telón de fondo y a la Serra del Verd, Serra d'Ensija y Rasos de Peguera, en ese orden de izquierda a derecha.
Retornamos ahora al Coll de Roc Sobirà, donde tomaremos el camino que desciende al Sur en dirección a Valielles, para dejarlo enseguida y girar al Oeste en busca del Coll de Llempa. Antes de iniciar este giro nos tropezamos con una serpiente que avanza reptando a unos metros de donde estamos y haciendo un suave sonido que no sabría describir. No pude fijarme mucho, pero dado que era una serpiente de un par de palmos imagino que será una víbora. Buscando en Internet a posteriori veo que debía ser un ejemplar de víbora aspid por el color pardo, el tamaño y por la situación geográfica.
Ahora empieza la parte "divertida" de la excursión. Tenemos clara la orientación que queremos tomar, pero no acabamos de localizar el camino al Coll de Llempa sin tener que descender a Valielles. Así que, teniendo claro hacia donde vamos, sin encontar marcas avanzamos hacia el Oeste intentando no perder altura y por donde la vegetación nos deja avanzar de manera más cómoda. El avance es lento y pesado. Vamos buscando una traza definida, pero no la encontramos en ningún momento y a tramos debemos avanzar por caminos de jabalí, como podemos por entre los árboles y arbustos. No hemos encontrado la traza correcta pero tampoco hemos errado con la dirección y al final, ya en las immediaciones del Coll de Llempa, se nos aparecen unos hitos que confirman que por allí pasa un sendero. No nos queda claro si por allí hay camino marcado o simplemente se ha perdido por el avance del tiempo y la falta de mantenimiento.
Cuando alcanzamos la zona del cuello nos aliviamos bastante, pues parece que la parte complicada de orientación ya se ha acabado. Esa era nuestra impresión, pues para descender desde aquí tampoco encontramos traza clara y seguimos el trazado que vemos que dibuja el mapa Alpina, buscando trazas que no acaban de parecer claras. Cuando ya hemos descendido un poco se va abriendo una traza que se ve bien pisada. Por fin tenemos un poco más claro que aquí hay camino, aunque después de realizar el giro hacia el Este, el camino empieza a ascender y da la sensación de que se encamine al Coll de Roc Sobirà. Seguimos por este estrecho sendero, que avanza por debajo de las rocosas paredes del norte de la sierra, en ocasiones al borde de una buena caída aunque la vegetación no nos deja apreciarla. En algún punto hay pequeños claros que nos ofrecen interesantes vistas al norte.
Encontramos algún hito aislado que nos va confirmando que avanzamos por un camino trazado y finalmente empieza la bajada hacia el punto de partida. El descenso transita por terreno cómodo pero inclinado, siempre avanzando por medio de espesos bosques donde estamos bien resguardados del sol. Parecía que la bajada no llegaba nunca, pero una vez la cogemos nos deja enseguida en nuestro punto de partida.
Ha sido una interesante y completa jornada, y aunque nos ha faltado localizar el camino correcto de flanqueo por el Sur, hemos hecho el recorrido que queríamos y le ha añadido un componente de aventura la travesía sin camino definido. Quizás otro día volvamos para localizar el camino correcto.