Excursiones en Bujaruelo (II): Tendeñera - Peña de Otal

Otro verano cerca del Valle de Ordesa. Con numerosos itinerarios y ascensiones realizados en el Parque Nacional los últimos años, decidimos realizar un itinerario por un lugar diferente y menos transitado, pero con magníficas vistas y una situación privilegiada. Es por eso que fijamos nuestro objetivo en el Tendeñera, un hermoso pico, seguramente desconocido para el gran público, pero que nada tiene que envidiar a otros picos más altos de los alrededores.

El Tendeñera es una cima de menos de 2.900 metros de altura, pero para alcanzar su cima deberemos ascender desde Bujaruelo, salvando más de 1.500 metros de desnivel, lo que seguramente convertiría la excursión en una jornada agotadora.

Decidido ya el objetivo nos encaminamos a la verde explanada y zona de acampada a pies del Río Ara, en Bujaruelo. Nuestro primer hito será subir al Valle de Otal, un bucólico valle cerrado muy apto para pastos, con un refugio de pastores ubicado en su zona más llana.

En el Valle de Otal

El refugio se ubica en una zona con agua cercana y se encuentra en buen estado de conservación.

Refugio de Otal

Ganamos altura hacia la Faja Basarán. A media subida perdemos el camino marcado, así que subimos directamente por inclinados prados en dirección hacia la Faja. Hemos subido ya un buen desnivel, pero aún nos queda una buena tirada hasta nuestro objetivo. En realidad, todavía debemos ganar el Collado de Tendeñera.

Collado de Tendeñera desde la Faja Basarán

Dicho collado constituye un paso bastante cómodo si queremos dirigirnos a Panticosa. Una vez en este paso, ya alcanzamos a ver el resto del camino pedregoso que nos tiene que conducir hasta la cima del Tendeñera, en el centro de la siguiente foto.

Tendeñera desde el Collado de Tendeñera

Lo que resta hasta la cima nos lo tomamos con relativa tranquilidad, pues las piernas ya acusan los primeros esfuerzos y a pesar de ser llevadero y progresivo el ascenso, aún nos quedan unos cuantos metros hasta ganar la cresta final.

Cresta cimera al Tendeñera

La cresta es corta y no tiene ninguna complicación, estando exenta de grimpada alguna. En algún corto tramo se torna un poco aérea. Desde la cima gozamos de grandes vistas. Detrás nuestro llega un grupo de unos 15 vascos que casi no caben en la cima para hacerse la foto de grupo. Admiramos el Valle de Ordesa desde nuestra posición.

Picos del parque de Ordesa desde el Tendeñera

También vemos la escarpada cresta, que debe ser un paraíso para los escaladores más osados, que separa el Tendeñera de la Peña de Otal.

Cresta hacia la Peña de Otal

Echamos una mirada también, en la lejanía, a la izquierda de la foto, al estético Midi d'Ossau.

Midi d'Ossau desde el Tendeñera

Y como no, el altivo y espectacular macizo del Vignemale y su marmolera.

Macizo del Vignemale desde el Tendeñera

Altamente gratificados por el panorama, y viendo que aún nos quedan fuerzas, decidimos realizar una ruta circular para volver al punto de partida. En el mapa observamos que si bajamos a la izquierda por terreno suave, bastante por debajo de la cresta que va a la Peña Otal, podemos alcanzar luego el Cuello de Otal remontando unos metros. En la siguiente foto se intuye el Cuello de Otal donde la piedra se torna de color gris. 

Bajada hacia el Cuello de Otal

Durante todo el camino vamos viendo la subida al Cuello de Otal, que no parece muy sencilla. Finalmente, cuando llegamos a ella, vemos que el terreno está inclinado y descompuesto, pero que no es tan complicado y que podemos alcanzar el collado sin grandes complicaciones. Eso sí, subiendo con cuidado y separados para no tirarnos piedras.

Subiendo al Cuello de Otal

Desde el cuello, la visión del camino recorrido y del Tendeñera son simplemente espectaculares.

Tendeñera desde el Cuello de Otal

Llegados aquí, la bajada hacia el Valle de Bujaruelo se puede hacer de manera directa. No obstante, decidimos acercarnos a la Peña de Otal a ver el itinerario de subida. Uno de nuestros compañeros se queda descansando en el cuello.

Subida a la Peña de Otal

Empezamos a asomarnos, pues, primero por pedregal y luego por sencilla cresta hasta llegar a la entrada de una canal larga pero bastante segura. Decidimos entonces, ya que hemos llegado hasta aquí y no es muy tarde, acabar de realizar la ascensión a la cima. Por el camino encontramos Edelweiss.

Edelweiss

La canal, como hemos dicho, es larga pero no es muy compleja ni aérea y se deja subir bien.

Finalmente, sin haberlo planeado, completado la segunda ascensión del día: la Peña de Otal.

Tendeñera desde la Peña de Otal

Descendemos por la canal que hemos usado para subir, desgrimpando con cuidado en algún punto, hasta retornar al Cuello. Nuestro compañero nos espera un poco enfadado, pues supuestamente sólo ibamos a mirar la subida y al final lo hemos hecho esperar más de hora y media entre subida y bajada.

Recompuesto el grupo iniciamos el vertiginoso descenso, pues el terreno es muy sencillo pero inclinado y nos quedan unos 1000 metros de descenso hasta el punto de partida. Bajamos directa y rápidamente por verdes prados primero y luego por dentro de un frondoso bosque donde casi ni entra la luz.

Frondoso bosque cerca del Valle de Bujaruelo

Llegamos por fin a la pista que va por el valle y que nos llevará en unos cientos de metros hasta el coche. Estamos un poco cansados. Hemos descendido 1.000 metros en poco más de una hora y llevamos más de 2.000 metros acumulados de ascenso y también de descenso. Ha valido la pena. Las dos cimas son altamente recomendables y muy solitarias y haberlas podido combinar ha sido una experiencia preciosa, aunque agotadora.  

Álbum fotográfico de la ascensión al Tendeñera y a la Peña de Otal

Descripción de la ascensión al Tendeñera y a la Peña de Otal

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