Cuarta excursión de la semana. La de hoy será larga y volveremos a caminar por zona montañosa. Empezamos más tarde de lo previsto dirigiéndonos hacia Mollet. Para ello cruzamos la Riera de Caldes en la misma salida de La Llagosta.
El camino transcurre ahora por el cauce del Besòs, que encontramos algo embarrado por las lluvias de ayer. Parece que el barro será una constante durante la excursión. Llegando a la zona industrial abandonamos el cauce del rio y seguimos por el Torrent de Can Sunyer, justo al lado de un parque, hasta que llegamos a la carretera de La Roca. No deja de ser curioso pasar de zona industrial a este torrente en dos pasos.
Ahora nos adentraremos en Martorelles para coger el GR 97.3. Rápidamente llegamos al solar donde se encuentran la masia de Carrençà, de una poderosa familia de la que ya se hacía mención en documentos del siglo XII. También hay una capilla que se construyó originalmente en el 1748 pero que sufrió saqueos durante la Guerra del Francés, el golpe de estado de Primo de Rivera y durante la Guerra Civil. Se reconstruyó en 1940. Al lado de ella hallamos un pozo de agua construido entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, que según testimonios orales, funcionaba con un molino de viento para bombear el agua.
Pasamos ahora por al lado de la iglesia de Martorelles, Sant Joaquim, y de la zona deportiva para subir siguiendo el GR. Pronto llegamos a una zona por encima de viñas desde la que podemos ver Martorelles y Sant Fost de Campsentelles.
El camino transcurre primero por una zona boscosa para luego salir a una amplia pista de tierra, alternando numerosas subidas y bajadas. Pasamos diversos collados y finalmente realizamos una bajada en lazadas hasta llegar a Can Girona, una casa de colonias con terreno de acampada anexo a ella.
Comenzamos un tramo ahora en ligero ascenso hasta llegar a la Font de La Mercè.
El camino ahora sube con pendiente más pronunciada hasta llegar a un collado al lado del Turó de Castellruf. Subimos unos 30-40 metros más de desnivel por un sendero hasta la cima, donde tenemos vistas del Turó d'en Galzeran, la Serralada Litoral y el Tibidabo, entre otros.
No es una cima limpia, está llena de vegetación y hay que apartarse un poco del camino para tener un poco de visibilidad, pero subir merece la pena. Había aquí un poblado ibérico y un castillo del siglo XI, de los cuales encontramos algunos restos, pero más bien poca cosa y sin arreglar.
Volvemos así al collado y a pocos metros de distancia encontramos el Dolmen de Castellruf.
El GR sigue ahora sin ganar ni perder demasiada altura. En un desvío podemos acercarnos a otro monumento megalítico de la zona, el Dolmen de Can Gurri.
Aquí comienza el descenso hasta la urbanización Alella Parc, donde saldremos a una carretera y tendremos las primeras vistas de la costa. Llegados aquí, comenzamos una subida suave por pista y luego por sendero, hasta que llegamos al Coll de Can Gurgui donde empieza el último ascenso de la jornada.
Subimos por un sendero, que se interna por bosque cerrado y con una pendienta más acusada que el tramo anterior pero que se deja hacer bastante bien. Finalmente salimos de nuevo a otra pista justo delante de una casa, ya muy cerca de Sant Mateu. Pasamos por delante de una gran masia, Can Riera, que se encuentra delante de las explanadas cercanas a Sant Mateu.
Pocos metros más adelante llegaremos a la ermita de Sant Mateu y anexo a ella, hallamos el alojamiento que se construyó para el ermitaño. La ermita actual es románica del siglo XI, pero hay referencias escritas de ella en los años 993 y 1025.
Otra particularidad es que el campanario es perpendicular a la fachada, tal como puede verse en la foto anterior.
Así, visitada la ermita, que es el punto más alto de todo el trayecto, comenzamos el descenso por el Meridià Verd Sud. El Meridià Verd es una ruta pensada para bicicleta que va desde Ribes de Freser hasta El Masnou. Descendemos ahora, con vistas continuas al mar. Pronto llegamos cerca del Turó d'en Baldiri. El Meridià Verd no pasa por esta cima, pero nos desviamos unos pocos metros para llegar a ella, y realmente merece mucho la pena. En esta sima hay una pequeña torre de vigilancia y grandes vistas tanto a las costas del Maresme y Barcelona, como a la Serra de Collserola, la Serralada de Marina, Montserrat y La Mola. Podemos ver la panorámica en este vídeo, aunque cabe destacar que el sol reducía la visibilidad.
A partir de aquí el descenso es rápido y continuado, trazando numerosas lazadas, hasta el cementerio de Teià y luego hasta dicha población.
Llegados a Teià nos acercamos al centro del pueblo, donde visitamos la iglesia de Sant Martí de Teià, contruida en el siglo XVI y de estilo gótico tardío.
Ahora nos queda ir a El Masnou, en concreto al barrio de Ocata, para llegar finalmente a la playa y hacernos la foto de rigor. La penúltima de las excursiones hasta la playa.
Ha sido la más larga de las jornadas con diferencia, pero también la que nos ha descubierto más zonas nuevas. El primer tramo nada más salir de Martorelles se ha hecho un poco cuesta arriba pues las continuas subidas y bajadas lo hacen físicamente más duro. Aún así, todo el camino tiene encanto y las vistas desde el Turó de Castellruf y el Turó d'en Baldiri son francamente recomendables.
Pues nada más, ahora a prepararse para mañana, que queda la ruta de mayor distancia, aunque está por ver si finalmente es la más dificultosa o no.
¡Hasta mañana!
Álbum fotográfico de la ruta de La Llagosta a El Masnou por Castellruf y Sant Mateu
Descripción de la ruta de La Llagosta a El Masnou por Castellruf y Sant Mateu