Tras los duros meses de confinamiento y la recuperación con paseos por el entorno local, por fin tenemos una buena oportunidad para volver a la alta montaña. Decidimos ir a la solitaria zona del Donezan, ya en pirineo francés.
Aprovechamos la festividad de San Juan para segur una tradición los últimos años: pasar la verbena de San Juan en la tranquilidad de las montañas. La noche más corta del año la pasamos durmiendo en el Refugio de Laurenti, un pequeñito pero bien equipado refugio con tan sólo 4 plazas para dormir.
Al día siguiente salimos temprano para aprovechar bien el día. Iniciamos el ascenso por un frondoso pinar. Tras un rato de subida, donde ya vamos cambiando los pinos por prados alpinos, aparece una pequeña y curiosa cabaña, la Cabane de Counc.
Y al rato, primer gran impacto del día, llegada a las cristalinas aguas del Etang de Laurenti, con el Roc Blanc presidiendo la estampa.
A partir de aquí, ya en terreno de alta montaña, empezamos a ganar altura entre prados y algunos restos de neveros. A nuestra izquierda, el fondo del valle y las salvajes formas de la Crête de Laurenti y el Pic de la Tribuna: simplemente espectacular.
Un poco más arriba alcanzamos un laguito y ya divisamos el ascenso final al pequeño pero marcado Col de Laurenti.
Tras un ascenso un poco más pedregoso alcanzamos el collado, donde tomamos algo y descansamos un poco refugiados del viento que viene de la vertiente opuesta. Desde aquí se puede adivinar la accidentada y larga senda al otro lado hacia el Pic de Baxouillade, así como la que seguiremos nosotros hasta el Roc Blanc, más cercano.
Proseguimos nuestro ascenso, que es más sencillo de lo que parecía desde el collado, y ganamos la cima con sus amplias vistas. Aquí mostramos la afilada Dent d'Orlu destacando sobre el resto de perfiles.
Admiramos también el Puig Peric y su cresta, con los más cercanos Pic de Baxouillade y la Crête de Laurenti que ya divisábamos durante el ascenso.
Tras un ratito en la cumbre, emprendemos el regreso por el mismo itinerario. De vuelta en el Etang de Laurenti aprovechamos para remojar los pies. Hermosa zona y gran jornada para volver a la alta montaña. Aún así, quedan muchas zonas del Donezan por ver en futuras excursiones.