Tras la estancia en Saas-Fee y el ascenso al Allalinhorn, que no pudimos disfrutar como se merecía, escapamos a otra zona de Suiza en busca de lugares más ecónomicos. Sin buscarlo llegamos al Puerto de Simplon, donde hay un gran hospicio que mandó construir Napoleón y que completó y regenta la congregación de San Bernardo. Decidimos quedarnos aquí, con vistas al Fletschhorn, entre otras elevadas montañas alpinas.
Al día siguiente decidimos dirigirnos hacia el Monte Leone, que es el techo de los Alpes Lepontinos, con algo más de 3.500 metros de altura.
La ruta no tiene desperdicio, con prados predominantes y agua fluyendo por varios torrentes.
Por el camino encontramos un letrero que nos advierte del peligro de coger objetos metálicos, pues en esta zona aún hay vestigios de pequeñas bombas y otros objetos de guerras pasadas. Cabe decir que nosotros no vimos ningún objeto e imagino que debe ser muy infrecuente encontrarlos, pero no está de más la advertencia.
El camino sube de manera continuada pero sin inclinarse demasiado, con lo que nuestro progreso es cómodo. Finalmente dejamos atrás los prados y entramos en los pedregales y torrente propios de la alta montana. Detrás nuestro se alza el poderoso Hübschhorn y detrás de él asoman ya algunos cuatromiles suizos.
En esta zona parece que hay una senda más incómoda que sube por pedregal con fuerza hacia arriba. Nosotros seguimos por la senda más suave y más clara.
Ya hemos ganado bastante altura y nos situamos frente al Chaltwassersee, un lago a medio camino entre el Refugio de Monte Leone y la altiva cima con su estético glaciar.
Hoy no llevamos material y no pensamos ni acercarnos al estético glaciar de Monte Leone, que por otro lado no parece fácil de atravesar desde este lado.
Ascendemos pues al refugio, que se encuentra un centenar de metros por encima de nuestra posición, y allí veremos si subimos algo más.
Cuando lo alcanzamos, por marcada y cómoda senda, pero siempre ascendente, seguimos ganando altura para lograr mejores vistas.
Subimos más o menos hasta la cota de 3.000 metros, a un punto donde se gana una nueva vista a altivas montañas de esta hermosa zona de los Alpes suizos.
Al otro lado, la visión de Monte Leone y las paredes que tiene por debajo hacen que el ascenso haya merecido la pena sobradamente.
Al otro lado asoman el Flestchhorn y varios cuatromiles de la zona del Dom, con sus blancos glaciares.
Estamos bajo la cima del Wasenhorn, que no parece tener complicaciones pero que está a unos 300 metros de desnivel por encima nuestro. Decidimos volver hacia el refugio a comer y desde allí acercarnos a la cima del Madelhorn, que nos pilla casi de camino de vuelta.
Tras haber comido empezamos un flanqueo por marcada senda en el pedregal. Al poco tiempo la panorámica atrás hacia el Wasenhorn y el Chaltwassersee por donde hemos pasado son dignas de admirar.
Y aprovechamos para echar una última mirada al glaciar de Monte Leone.
Llegamos en algo más de media hora al Madelhorn, una suave cima que no ofrece perspectivas del marcado y lejano Valle de Brig, y de las altivas cimas que se sitúan al otro lado del mismo, superando algunas los 4.000 metros de altura.
Tras admirar el paisaje, nos queda ahora el descenso. No es excesivamente largo ni es complejo, pero aún nos queda descender unos 1.000 metros de desnivel. Disfrutamos del descenso, casi lo mismo que de toda la excursión en general. La verdad es que esta zona ha sido un gran descubrimiento. Nos quedamos con ganas de más, pero tenemos que irnos a Dolomitas. Quizás podamos volver otro año. Veremos...
Para ver todas las fotos de la ruta de Simplon-Hospiz al refugio de Monte Leone usa este enlace.