Ascendiendo a la Munia
El ascenso a La Munia era un proyecto largamente esperado. Unos años antes había subido al Robiñera y me quedé con ganas de alcanzar la cima más prominente de este sector y de conocer su famoso Pas du Chat. Por fin este verano llegaba la oportunidad. Habíamos hecho noche en un borda cercana a Petramula. La borda no está en mal estado, pero el suelo de madera de la planta de arriba, donde dormimos, está un poco deteriorado y hay que andar con ojo al pisar. Dormimos cómodamente y calentitos, aunque en muchos momentos de la noche se oía el ruido de diversos roedores trabajando y comiendo por la borda.
Después de una larga y tranquila noche, bien descansados, nos levantamos poco después del amanecer para coger el coche y dirigirnos al llano de Petramula, donde aparcamos. Caminar a esta hora de la mañana es cómodo, pues el sol no da directamente, y el ascenso por prados hacia el Collado de la Puertas es digno de conocer.