Los 20 del 20
Que 2020 ha sido un año diferente ya no hace falta comentarlo. En este artículo, sin entrar a valorar otras cosas, vamos a hacer memoria de los 20 momentos más especiales de 2020 en la montaña.
Que 2020 ha sido un año diferente ya no hace falta comentarlo. En este artículo, sin entrar a valorar otras cosas, vamos a hacer memoria de los 20 momentos más especiales de 2020 en la montaña.
Hace casi un mes que no escribo, y no porque no haya habido cosas que contar, que las hay. Más bien por trabajo. Finalmente pasó el confinamiento más duro y empezaron los paseos. Yo decidí quedarme en casa y seguir haciendo bicicleta estática para mantenerme en forma. Cuando se inició la fase 1 tocó ir volviendo a la oficina. Poco a poco, sólo media jornada presencial y dos días por semana. El resto trabajando en casa. Bien, ese fue el día que decidí volver a la calle. Durante dos semanas, aún pudiendo salir del municipio al tener ficha federativa, decidí limitar mis paseos al municipio, que no es otro el pequeño enclave de La Llagosta. Este término municipal es el más pequeño de la comarca y buena parte de él es suelo urbano, pero aún así tenemos diversos espacios que vale la pena conocer.
El primer día de salidas, el 25 de mayo, decidí acercarme a la humanizada pero hermosa Riera de Caldes, que en las últimas fechas tiene bastante más agua de lo acostumbrado.
14 de agosto de 2017. No hemos dormido mal, aunque hemos tenido un poco de fresco hacia el final de la noche. Como es costumbre ya, salimos de los últimos hacia la cima, logrando empezar a caminar poco después de las 6 de la mañana. La cima a la que queremos llegar se ve claramente y la traza está muy marcada en la nieve. El primer tramo es amplio y sube suavemente, pero a medida que nos acercamos a la cresta la costa no pinta tan cómoda.
13 de agosto de 2017. No son las 14 todavía. Hemos descendido de la hermosa Punta Zumstein hasta los teleféricos y ya estamos en Staffal, en el coche. Primera parte sorprendentemente realizada con éxito y a tiempo. Ahora toca revisar mochilas en el coche y coger lo antes posible los remontes hacia Bettaforca, al otro lado del valle de Lys.
13 de agosto de 2017. Hemos dormido a más de 4.500 metros de altura y se ha notado. He podido dormir bastante y bien durante algunos ratos largos, pero me he despertado un par de veces y el dolor de cabeza, aunque muy leve y llevadero, persiste. En una de las veces que me he despertado me he asomado a la ventana para ver las montañas y el cielo. Hoy es uno de los días de máxima actividad de las Perseidas, la famosa lluvia de estrellas conocida como las Lágrimas de San Lorenzo. En 10 o 15 minutos he visto un par de estrellas fugaces, pero no más. Finalmente se hacen las 5 de la mañana, que era la hora a la que había que empezar a prepararse. En un rato nos vienen a hacer mediciones otra ves para el estudio de adaptación en altura. Tras una tarde y una noche de descanso sigo a 110 pulsaciones y a un 70 % de saturación de oxígeno. Parece que mi adaptación a la altura no acaba de ser buen, aunque me dicen que no es una resultado malo. Mi compañero otra vez a 60 pulsaciones y 95 % de saturación de oxígeno.