Blog de Sergio

Monte Rosa (V): Capanna Margherita

12 de agosto de 2018. No recuerdo a qué hora nos despertamos, pero diría que fue a las 4 o a las 5 de la mañana. Refugio lleno y colas para tomar nuestra mantequilla y coger té, etcétera. Nos levantamos pronto pero acabamos saliendo los últimos del refugio. Esto sería tónica habitual en todos los ascensos que hicimos ese verano, en los que si no éramos los últimos en empezar a subir, casi. Aquí toca madrugar para evitar caminar por las tardes, cuando la nieve está más blanda y la caída a grietas es más probable. Por suerte nuestro camino está bien cubierto de nieve, y más después de las recientes nevadas.

Después del desayuno toca ponerse casco, crampones, arnés y cuerda, lo que también nos retrasa. Se nota quién tiene experiencia alpina y quién no. Una vez conseguimos tenerlo todo puesto empezamos a "caminar". Lo pongo entre comillas porque el Refugio Gnifetti está en un enorme promontorio rocoso y hay que bajar por una ferrata bastante corta. No hay más complicación que bajar unas grapas metálicas en la roca, pero con la cuerda, crampones y sobre todo el viento fuerte con el que se levantó el día era todo un poco más complejo. Y como no somos los únicos que bajamos por ahí hay que esperar a que vaya bajando la gente mientras te estás quedando pajarito por el frío. Vaya inicio... 

Por fin conseguimos bajar al glaciar, no recuerdo en cuánto tiempo, pero me pareció mucho para unos metrillos. Allí las complicaciones se acabaron por un rato. La subida era amplia y llevadera y empezaban a aparecer grietas pero eran fáciles de sortear. A las 7 de la mañana ya había parado el viento y echamos la mirada atrás al refugio.

Por encima del Refugio Gnifetti

 

Monte Rosa (IV): Ascenso al Refugio Gnifetti

10 de agosto de 2017. Otro día de mal tiempo y lluvia en los Alpes italianos. Por suerte empezamos el día con los abundantes desayunos de buffet en Villa Tedaldi, con boles de yogur natural, crema de cacao que parece natural, mermelada y otras delicias que nos alegran cada mañana de nuestra estancia. Hoy toca mercadillo en el pueblo, comprar deliciosos quesos locales y una visita al espectacular pueblo abandonado de San Grato. Y por la tarde-noche a mover de nuevo las reservas y a cambiar los planes. Nos hemos quedado casi sin días, pero mi compañero quiere aprovechar la ventana de buen tiempo de varios días y hacer lo que podamos en la zona de Gnifetti y Margherita e intentar el Castor, en otra zona distinta. Para hacerlo habría que bajar de Margherita y hacer la aproximación al Refugio Quintino Sella el mismo día. Yo no lo tengo claro e intento hacer un plan más conservador, pero finalmente hacemos las reservas para intentarlo. Veremos...

11 de agosto de 2017. Volvemos a Staffal, donde estuvimos haciendo una disfrutona travesía hace tan sólo dos días. En altura ha nevado y está todo el paisaje cambiado. La idea hoy es tomar dos telecabinas y un teleférico para acabar junto a la Punta Indren, casi a 3.000 metros y hacer la aproximación al Refugio Gnifetti para dormir en altura y aclimatar de nuevo. El primer tramo de telecabina sube hacia Gabiet. 

Staffal desde teleférico a Gabiet

 

Monte Rosa (II): Ascenso al Breithorn

7 de agosto de 2017. No recuerdo exactamente a qué hora salimos, pero era entre las 6 y la 7 de la mañana según el registro horario de las primeras fotos tomadas. Hoy tocaba intentar el primer cuatromil, el Breithorn, una hermosa y sencilla cima de 4.165 metros de altura. La idea era ver si podíamos coronarlo y luego ver si nos atrevíamos a seguir la cresta hacia el Breithorn Central. Las previsión del tiempo era buena para ese día pero el día siguiente parecía que podía empeorar, por lo que teníamos que decidir si nos quedábamos por allí intentando hacer algo más o bajábamos.

La primera parte era muy sencilla, pues la zona era prácticamente plana y nos ofrecía hermosas vistas. Al poco ya podíamos ver el Pequeño Cervino y el Cervino.

Pequeño Cervino y Cervino

 

Monte Rosa (I): Nos vamos a los Alpes!

Escribo estos relatos en el confinamiento de 2020, 3 años después de haber vivido mi experiencia en Monte Rosa, con algunos recuerdos difusos pero con un poco de perspectiva. En 2015 pude completar el espectacular Tour del Mont Blanc mientras mis dos compañeros iban a ascender cimas de 4.000 metros de altura. Disfruté del espectacular recorrido circular de 9 días mientras ellos ascendían el Gran Paradiso e intentaron hacer lo propio con el Castor. Su experiencia nos serviría de mucho en esta "aventura" que empezaba con uno de mis compañeros de entonces. Si os interesa la información del Tour del Mont Blanc o los relatos los podéis consultar en esta página: Tour del Mont Blanc

Así pues, el 5 de agosto de 2017 salíamos dos personas de Barcelona en dirección a Monte Rosa dispuesto a intentar alguna cima de 4.000 metros y a disfrutar del maravilloso entorno. La primera jornada básicamente la pasamos en el coche. Una larga ruta combinando autopista, carreteras nacionales, secundarias, algún puerto de montaña. Tras unas cuantas horas, por fin alcanzábamos los Alpes. Hicimos una parada en un merendero a la entrada del macizo, en Lac de Serre-Ponçon.

Merendero en Lac de Serre-Ponçon

 

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