Ya hemos hecho tres grandes jornadas en Picos de Europa: Circular de la Vega de Liordes, travesía de Collado Jermoso a Cabaña Verónica y ascenso a Torre de los Horcados Rojos y Pico Tesorero. Despés de eso hemos tenido dos días de descanso, visitando Potes, Santo Toribio de Liébana y pueblos como Sotres, Tresviso y Beges. Hoy, 7 de septiembre de 2020, toca volver a caminar y el objetivo es ambicioso: salida desde Puente Poncebos haciendo un tramo por la Senda del Cares y luego dejarla para hacer travesía hacia Covadonga. Nos han recomendado subir por la Canal de Culiembro, que parece ser la más sencilla. Por lo visto está todo el camino marcado como GR, pues marca la Ruta de la Reconquista por donde los musulmanes huyeron de Don Pelayo.
Son casi las 7 de la mañana y ya estamos caminando. Preveemos unas 12 horas de camino si todo va bien, por lo que es importante madrugar y aprovechar el tiempo. Inciamos la ruta del Cares en dirección a Caín. En cuestión de 1 hora y algo deberíamos localizar el camino que deja esta hermosa senda para subir hacia la Canal de Culiembro. La senda es sencilla pero tiene una belleza indiscutible. Algún medio había destacado esta como la ruta de senderismo más visitada de España. No sé si es cierto, pero relamente merece la pena. Nosotros caminamos solos. No hay nadie a la hora a la que salimos. Sin grandes ascensos ganamos altura por encima del río. Disfrutamos de la salida del sol y de cómo todo va ganando color a medida que avanza la mañana. Pasamos túneles, algunos de ellos nos regalan un buen marco para fotografiar.
Cuando ya llevamos más de una hora caminando estamos impacientes por localizar la Canal de Culiembro. Vemos primero una senda que asciende a la derecha y podría llevar hacia donde nos dirigimos. No hay marcas de GR ni señalización alguna, por lo que decidimos seguir. Al final localizamos el punto donde tenemos un poste indicador a Covadonga, que claramente marca el ascenso. Es un punto fácil de localizar pues se encuentra junto a una cabaña y es de los pocos lugares donde hay una marcada senda de ascenso.
Hemos tardado unos 90 minutos a llegar aquí. El poste nos dice que nos faltan unas 9 horas para llegar a Covadonga. Tomamos alguna cosa energético y empezamos a ascender hacia la canal. La senda se va inclinando a medida que subimos. En poco tiempo pasamos junto a una fuente donde aprovechamos para reponer un poco de líquido. Seguimos ascendiendo, el camino se va acanalando, pero la senda está muy marcada y no tiene dificultad técnica, aunque hay que tirar de piernas. Las paredes que nos rodean se van escarpando y dejan bonitas vistas. En un momento dado pasamos junto a la Cueva del Posadoriu, que tiene unas escaleras de piedra para entrar en ella, pero que no visitamos porque nos queda mucho por caminar.
Si miramos atrás la vista es poco menos que espectacular.
Llevamos un rato subiendo pero debemos remontar en torno a 600 metros de desnivel por esta canal, así que aún nos queda. En la parte final el terreno se inclina y hace lazadas muy marcadas que hacen viable el ascenso, aunque con un esfuerzo considerable. Al final salimos a una verde aunque inclinada pradera que nos conduce a Ostón. Éste paraje es una bucólica majada donde el camino se suaviza y desde donde abarcamos con la vista desde el trazado del Cares hasta las cimas más altas de la parte central de Picos de Europa.
La iluminación no es la mejor pero el lugar nos regala la vista. Haber llegado tras un esforzado ascenso nos hace valorar más su belleza. A partir de aquí el camino se suviza mucho. No dejamos de ganar altura, pero ya por amplios prados y por moderadas o suaves pendientes.
Acabamos de remontar el Valle de Texa y bajamos a la Vega Los Corros donde encontramos un pequeño laguito.
Desde aquí volvemos a remontar otro collado y por fin alcanzamos el punto más alto de la travesía, a algo más de 1.400 metros de altura. Al otro lado del collado aparece un banco de niebla y no sabemos si la orientación será igual de fácil a partir de ahora.
Descendemos a una nueva majada, Arnaedo, esta con una fuente y algunas vacas pastando tranquilamente. Es realmente soprendente la cantidad de pasto y verdes prados que hay.
Aprovechamos para volver a rellenar la cantimplora y tomar algo. Tras esto volvemos a descender, ahora hacia una vega más amplia que las anteriores, donde una gran cantidad de ovejas pastan.
Nos hemos librado de la niebla, pero el descenso es largo y en algunos puntos perdemos el sendero señalizado, dudando de si estamos avanzando en la dirección correcta. Al final de al vega, pequeño ascenso para volver a descender. Nos encontramos con diversos pastores y rebaños por el camino, queda claro que la actividad pastoril es importante en esta zona. Al final de este nuevo descenso alcanzamos la Vega de Las Mantegas, donde vuelve a haber señalizaciones claras.
Debemos aquí decidir si seguimos hacia Los Lagos o por el GR-202, el camino de la Reconquista. Nos decantamos por la segunda opción, pues es bastante más directa y llevamos casi 8 horas ya caminando. Calculamos que nos deben quedar unas 4 horas para llegar a Covadonga. En un extremo de la vega tomamos una pista asfaltada.
Si miramos hacia atrás vemos buena parte del descenso que hemos realizado.
Nuevo letrero y otro descenso hacia lo que suponemos que es la Vega de Comeya, que es una de las referencias importantes en nuestro camino.
En algún punto del descenso volvemos a perder las marcas de GR, pero llegar a la vega no tiene complicación. El problema será una vez allí, que nos encontramos un terreno herboso y húmedo donde no podemos evitar que se nos empape el calzado. Estamos un rato transitando por este terreno. Es llano, pero intentamos buscar siempre el paso donde se nos hunda menos el pie. Al final desembocamos en una pista de tierra con terreno firme y seco.
Nos encontramos a una familia de portugueses que vienen de Los Lagos y nos preguntan cómo ir a Covadonga. Nosotros les decimos que nosotros vamos hacia allá, pero que calculamos que tardaremos 4 horas en llegar. Aquí perdemos de nuevo las señales de GR, pero encontramos unas de PR y seguimos por ellas. Tras un breve ascenso, localizamos el camino que desciende a la carretera de los Lagos a Covadonga. Aquí ya se ven muy claramente el Mar Cantábrico y la Sierra del Sueve, justo delante del mar.
En poco tiempo llegamos ya a la carretera. La familia portuguesa ha tomado el mismo camino y nos cuentan que probarán a bajar por la carretera. Nosotros seguimos un rato por carretera, pero la idea es dejarla pronto para seguir hasta Covadonga por la sierra que hay a nuestra derecha, como si fuéramos a El Corao o a la Cruz de Priena. Sobre el mapa claramente es lo más corto, pero falta ver cómo irán los desniveles.
Encontramos diversas sendas que parten hacia la derecha y aunque nos cuesta un poco, al final encontramos la que nos interesa para nos deviarnos de más. Seguimos marcas de PR y una senda un poco perdida que va ganando altura de manera importante, hasta colocarse en un cruce de sendas junto a una cabaña.
Tenemos aquí dos opciones: seguir el PR a El Corao, que es lo que tenemos marcado en el mapa pero que debe dar un poco más de rodeo o tomar la dirección a la Cruz de Priena, que debe recorrer las lomas hacia el collado donde debemos empezar a bajar.
Finalmente nos decantamos por la segunda opción, que resulta ser un sube y baja constante, aunque con unas vistas sobre Covadonga y su valle inmejorables.
El camino es espectacular, aunque queda claro que después del desnivel que llevamos en las piernas hubiera sido mejor bajar por la carretera. Seguimos siempre por la loma hasta llegar a las cercanías del Collado el Pasadero, que es por donde deberíamos encontrar la senda de descenso según nuestro mapa. Otra vez más se confirma que nuestra mapa es poco preciso y que para la próxima tendremos que hacernos con un buen mapa de la zona. Llegamos al collado sin haber localizado la senda. Tiramos de GPS para ver si localizamos alguna otra senda y una aparece debajo nuestro pero hay un desnivel insalvable directamente, por lo que tras un rato de explorar sólo nos queda empezar a subir hacia la Cruz de Priena y allí parece que encontraremos la senda de descenso.
Tras un rato de dudas y comprobaciones finalmente hemos encontrado la senda de descenso. Partimos de zona de prados y arbustos bajos, para ir descendiendo y entrar pronto en una zona más boscosa. Estamos cansados y aún queda un buen desnivel para bajar, pero ya vemos Covadonga más cerca.
La senda traza numerosas lazadas y ayuda a no cragar de más los músculos con bajadas suaves. Finalmente, a eso de las 18, unas 11 horas después de haber salido, llegamos a Covadonga. En concreto hemos aparecido en la carretera de Covadonga, justo delante de Casa Asprón, que es la casa rural donde tenemos reserva.
Ya que estamos aquí aprovechamos para hacer el registro, dejar nuestras cosas y darnos una buena ducha. Tras esto, ya estamos listos para ir a visitar a la Virgen de Covadonga a su cueva.
Y ya cayendo la noche, nos acercamos a la hermosa basílica antes de ir a cenar y a descansar.
Mañana es el día de la Virgen e iremos a la misa y a ver parte de la fiesta (lo que se pueda y nos dejen, porque estamos con restricciones por la pandemia). Y después tocará volver a Sotres, que será otra aventura distinta. Pero ya lo contaremos otro día.
Si quieres ver todas las fotos de la travesía de Poncebos a Convadonga las tienes aquí.