7 de agosto de 2017. No recuerdo exactamente a qué hora salimos, pero era entre las 6 y la 7 de la mañana según el registro horario de las primeras fotos tomadas. Hoy tocaba intentar el primer cuatromil, el Breithorn, una hermosa y sencilla cima de 4.165 metros de altura. La idea era ver si podíamos coronarlo y luego ver si nos atrevíamos a seguir la cresta hacia el Breithorn Central. Las previsión del tiempo era buena para ese día pero el día siguiente parecía que podía empeorar, por lo que teníamos que decidir si nos quedábamos por allí intentando hacer algo más o bajábamos.
La primera parte era muy sencilla, pues la zona era prácticamente plana y nos ofrecía hermosas vistas. Al poco ya podíamos ver el Pequeño Cervino y el Cervino.