Tras la estancia en Saas-Fee y el ascenso al Allalinhorn, que no pudimos disfrutar como se merecía, escapamos a otra zona de Suiza en busca de lugares más ecónomicos. Sin buscarlo llegamos al Puerto de Simplon, donde hay un gran hospicio que mandó construir Napoleón y que completó y regenta la congregación de San Bernardo. Decidimos quedarnos aquí, con vistas al Fletschhorn, entre otras elevadas montañas alpinas.